A tanto tiempo ya transcurrido, te sigo queriendo -en presente continúo- aunque nunca es suficiente como o con lo que te lo expreso y te amo, con todo lo que me prodigas, desde que te vi, aun sin saberlo en ese momento mi corazón se prendí de ti y a la fecha, aunque nunca jamas como un lastre, sino con una gran alegría que ilumina mi ser con una ilusión esperanzadora de que siempre estemos el uno para el otro.

Quererte y amarte es algo que me da sentido y es esa parte de mi ser que me hace estar bien, en paz a la vez que febril, en pasional emoción yendo de un extremo a otro de calma placentera y placer que genera éxtasis.

Eres mi punto de partida, mi brújula, mi oriente, mi sino, mi horizonte, mi ser y sentir, ilusión y realidad sueño vívido y realidad inimaginable.

Todo el ser contenido, tan sublime, tan poderoso, tan grácil, tan profundo, tan etéreo, tan presente, tan tú, tan en ti.

Torrente y mar en calma, oleaje de dulzura y pasión; amor sin nada más que amor sentimiento gozoso de caricias y emociones que se siente en aún en la distancia, que aunque nos separe los cuerpos nos une el alma.

Vivo desde que estás en mí y día a día te anhelo en cada amanecer como me despido de ti en cada anochecer antes de dormir no importa si no compartimos en el momento de descansar el lecho en la cotidianidad.

Eres bálsamo que refresca y cura; eres viento; eres firmamento; eres mar y atardecer; eres amanecer resplandeciente… eres tan tú, solo tú, portentosa y divina, a la vez: Walkiria y hada, Venus y Artemisa, Minerva y Mnemósine; y de las musas, encarnas a Euterpe, Talia, Terpsícore, Erato, Polimnia y Calíope, al mismo tiempo.

Y sí, te quiero y te amo, aunque sea lo mismo y no haya en realidad diferencia, ni de grado ni de sentido sino sinonimias de un mismo sentimiento, que da tono y rítmica a mi vida gracias a ti.

En fin.