Esto de escribir siempre me ha resultado terapéutico y catártico.
Las más de las veces, tal vez, no resuelvo los temas o quizás sí; pero el hecho de poner en lo hoja en blanco -aún en la electrónica- mi sentir, mi pensar, tiene el efecto de dejarme tranquilo, en ocasiones satisfecho y en no pocas, hasta contento.
Me auto sugestiono con diversos sentires y pensamientos, ubicando mi ser en diferentes grados de sensación emotiva para experimentar, a partir de esa experiencia vivida, y luego poder narrar esos momentos en que me ubico como si fuera un personaje que recrea historias diversas para luego platicármelas y compartir con algún otro ser perdido las mil historias que me transcurren, mezcla de realidad y ficción.
Un ejercicio interesante en el ocio del devenir.
En fin.