La clave de estar bien, contento, contenido en uno mismo -sin falso optimismo, ni conformismo- es reconocer las bendiciones que se nos otorgan y agradecerlas; la constante preparación; aceptación; buena actitud; y, como sea, aceptar lo que venga, independientemente que nos parezca lo correcto o no, justo o no, adecuado o no, que eso sale de las posibilidades de cada quien; es decisión de terceros, no de nosotros.
Lo que a cada quien nos compete (como en cada amanecer que es un nuevo comenzar ¿Qué mejor metáfora o más bien alegoría, nos ofrece la vida a diario que de tan cotidiana ya reparamos en ella?), a partir de dónde estemos, sin importar el lugar, sitio, ubicación o posición, es buscar siempre un mejor emprendimiento, en donde quiera que uno se encuentre; pero sobre todo, saber que la vida nos puede llevar por derroteros inesperados y entonces, por más que nos hayamos fijado y propuesto objetivos, a veces la propia vida, por medios insospechados, nos encamina por entornos diferentes, no a lo que esperamos o queremos, sino a lo que necesitamos o nos conviene, lo comprendamos o no, que siempre hay un entendimiento superior que sabe mejor que cada uno lo que en verdad requerimos, para crecer y lo que es mejor para cada quien.
La verdad, eso es lo maravilloso de la aventura que es la vida.
Por eso, me encanta el slogan* de la aseguradora GNP:
¡Vivir, es increíble!
Y vaya que sí lo es.
Preparar continuamente, en lo anímico, en lo emocional, en lo espiritual y por supuesto en lo intelectual y cognitivo; entonces, a partir de ello, dejarse llevar, cuál hoja al viento, buscando tomar los mejores aires para continuar mientras Dios lo permita, mientras nos preste vida.
Hago una pausa y reconozco que soy feliz, que estoy bien y que agradezco todas las bendiciones a mí conferidas.
Así que ¡A darle con ahínco!
Hay que ir disfrutando (así en gerundio) todo, a cada momento, aún aquellos que no nos lo parezcan de primera vista y hasta pensemos que no sean lo que queramos, que también esos instantes y circunstancias nos traen o traerán cosas buenas y mejores, lo sepamos o no.
La vida es corta y el tiempo no se detiene.
Soy y estoy feliz. Soy bendecido.
Gracias.
* Es curioso el origen etimológico de la palabra anglosajona “slogan” (frase publicitaria, en español), significa frase corta que busca representar una marca para promover la rápida identificación y memorización de sus productos y servicios por los consumidores.
Viene del término “sluagh-ghairm”, en gaélico. “Sluagh” se refiere a “ejercito”, mientras que “ghairm” significa “grito”.
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