Curioso, me doy cuenta que en la vida universitaria, al menos en México, el semestre académico denominado de otoño, inicia en pleno verano.
Ya sé que es para diferenciarlo del curso de verano, pero ¿saben? Debiera ser nombrado como semestre de estío.
En España, hasta el siglo XVIII, eran cinco las estaciones del año: primavera, verano, estío, otoño e invierno.
La RAE pone como sinónimo de verano al estío.
Sin embargo, en el Quijote, Cervantes lo menciona: «La primavera sigue al verano, el verano al estío, el estío al otoño, y el otoño al invierno, y el invierno a la primavera, y así torna a andarse el tiempo con esta rueda continua.»
Claro qué, si a esas vamos, el semestre de primavera, comienza en pleno invierno, en enero.
Así que tenemos siempre los semestres desfasados… o bien pudieran denominarse esperanzadores, porque aunque inicien en una estación, siempre estamos ciertos y con la ilusión que llegará la que le sigue.
Ideas que me vienen en el ocio de la madrugada mientras espero el amanecer.
En fin.