¿Por qué las desgracias y malos momentos suceden o se acrecientan preferentemente de noche?
¿Será que la muerte y sus heraldos de pena y dolor se siente más a modo en ese manto natural?
De la nada se oye una sirena y aparecen luces que se detienen, con su estruendo, en la casa de al lado.
Es una ambulancia.
Bajan una camilla y entran.
Están alrededor de 25 minutos y salen con un anciano lo introducen al vehículo y vuelta a sonar la sirena que se esfuma en la oscuridad.
Silencio de nuevo.
Nada hay.
Una breve oración por la persona que, no sé si va a regresar.
Es de madrugada y ya no concilió el sueño, me levanto con desasosiego y solo alcanzo a reflexionar lo obvio acerca de la fragilidad humana y me vuelvo a preguntar.
¿Por qué las desgracias y malos momentos acontecen, en su mayoría, de noche?
En fin.