Nada hay
todo se va construyendo de a pocos
paso a paso
y tú,
poniendo diques para no avanzar.
A veces pienso que ya es casi un si, lo que acaba siendo un quizás dentro de una incertidumbre que parece ir quitando lo que voy poniendo para llegar a ti.
Tan sencillo que es un probemos a ver qué se da pero te complicas en inexistencias que no son ni serán.
Podemos pasar el tiempo disfrutando del placer de estar y sin embargo te quedas en el tal vez, para luego retroceder a ya nada más, mejor no y luego vuelta a empezar.
Somos mente, somos cuerpo, somos esencia, somos sentimiento, somos seres de carne y hueso ¿Cómo pretender ser etéreos cuando también somos un marisma de pasiones que claman en el deseo?
No hay nada, y sin embargo, voy construyendo.
No me detengo
ni ante embates,
ni ante silencios,
ni ante negativas,
ni ante rechazos,
ni ante pretendida coherencia,
ni ante la necedad de una realidad inverosímil,
ni ante las probabilidades de no funcionará.
He aprendido con el tiempo que lo que menos hay y no se atesora es solo tiempo.
Entonces dejémonos de sainetes y juegos.
Entreguémonos al deliquio que es amar como humanos sabemos y gozarnos enteramente cuerpo a cuerpo para luego calmados yacer retomando fuerzas y continuar en el siguiente encuentro.