De esas veces que al parecer el clima se confunde con el sentimiento.
Me faltas.
Estando tan cerca que con solo extender mi brazo, puedo tocarte; sin embargo, tan distante e inalcanzable que aunque te tuviera pegada a mí, ni tu exhalación me permitieras asir.
Y entonces, comienza a llover.
Entonces, no sé si lo que siento son mis lágrimas o es que el cielo se cae a raudales ante el dolor que me rebasaba y se confunde con mi entorno.
No sabes lo que me provocas, sencillamente no quieres, ni te interesa.
Sé que permaneces inmutable ¿Por miedo? No se la razón o sinrazón
Son vanos mi prosa, tal vez barata, y mis versos que te parezcan simples, torpe expresión de sentimientos que afloran, para externar lo que por ti siento.
Burda y sin sentido mi obstinación; pero, en el corazón no se manda y cuando conecta con alguien que lo hace palpitar, como tú a mí, no lo puedo acallar
por más que mi razón cauta quiera imponer prudencia.
No hay nada más que tú en mí aunque yo no esté en ti.
No sabes lo que los dos perdemos al no haber encuentros, ni poder estar sin nada más que solo la manifestación más pura al mirarte, tocarte, escucharte y por fin, poder de mil formas besarte.
Todo esto en mi imaginación…
En fin.