Pensarte y entonces darme a la tarea de escribirte
para narrarme encuentros imaginarios
donde conversamos
de todas las formas posibles que vayamos descubriendo
con nuestros cuerpos,
de continuo,
sin pausas,
sin prisas.
Ni te imaginas lo que nos diríamos,
tan solo si tú lo permitieras…
pero prefieres vivir en quimeras donde en la zozobra te crees segura,
y por no arriesgarte,
a lo que piensas es oscuro vacío te quedas a la espera de un tal vez o un quizás que sencillamente no llega.
Sábete mujer que lo ignoto,
lo desconocido,
puede ser la diferencia, solo basta que tú quieras.
Mientras, a la espera,
en cavilaciones,
en lo sublime de mis pensamientos,
sin arrebatos,
con calma,
nos disfruto,
aunque la realidad, así no sea.
Tal cual encantadora te me presentas;
tú,
interesante,
alegras mis sentidos.
Que bueno que estás,
aunque sea de forma tan incierta.
Ojalá algún día se cumplan mis anhelos y te permitas que sea parte de ti.
De no ser tal mi fortuna,
andaré mi camino en solitario,
que ya vendrá a mí,
aquella que si quiera
y no tenga miedo de querer conmigo inventar soliloquios para conversar de las mil maneras en que nos demos sin restricciones.
Mientras,
me hago la ilusión de seguir pensándote para dialogarnos aunque sea en mi imaginario.
En fin