Mientras turgente te anhelo, desesperado,
en la quietud de la oscura noche
y en ocasiones en arrebatos durante el día,
mato mis pasiones,
a la espera de ti,
aquietando mis urgencias
que por querer sentirte,
con vanos tocamientos
me dejan vacío,
en tu entero pensamiento.
Para no explotar,
te invoco;
febriles pensamientos se desatan los sentimientos afloran…
pero no me es suficiente,
requiero tu presencia para llenarme de tu esencia,
de tu ser,
y así,
colmar las ansias que me queman
y que,
solo en ti mi amor,
se sacian para llenarme de ti.