Tú, que eres mi luz
Tú, que eres mi ilusión
Tú, que eres mi anhelo
Tú, que eres mi encanto
Tú, que eres mi sueño
Tú, que eres pasión
Tú, que eres denuedo
Tú, que eres divina
Tú, que eres exquisita
Tú, que eres encanto
Tú, que eres tierna
Tú, que eres sublime
Tú, que eres tan tú
y solo tú:
Inefable…
No me faltes en mis días,
que mi jornada comienza y termina con la esperanza jamás perdida de tenerte siempre,
toda mía,
y así saberte,
que en esa pertenencia,
mutua compañía,
nos compartimos…
Y bien sabes que
también soy tuyo, tanto
que solo a ti te pertenezco
de tal forma que no me extravío en este mundo ignoto en que nada es realidad,
todo es apariencia y mentira,
excepto tú,
tan tú: independiente y bravía,
afrontando con tesón a la vida misma.
Eres tú, eres yo
Soy tú, soy yo
tan compenetrados el uno en el otro en nosotros mismos que acabamos siendo uno y lo mismo.
Somos el ser.
Nada más interesa…