Estamos, aunque eso de la distancia nos separe.
Estamos, aunque la lejanía pareciera impedirlo.
Estamos, sencillamente porque queremos.
Estamos, porque somos tú y yo,
que hicimos la magia de crearnos un mundo nuestro,
donde solo existimos tú y yo,
el uno para el otro,
el uno en el otro,
sin más nada que solo tú en mí, y yo en ti, siendo uno mismo aún sin estar cerca,
porque aunque a la distancia el cuerpo clama presencia y añora en ausencia,
es el alma lo que nos enamora.
En fin.