Sismos

Somos solos cada uno, simples pavesas; pero juntos, unidos, hacemos fogata que da calor, alumbra la oscuridad y se aviva con nuestro actuar.

Los sismos, más allá de la evidente fatal tragedia, que va adquiriendo a cada momento, dolorosa forma que se concreta en caras y nombres específicos (algunos cercanos y muy sentidos) así como en la no menos dura pérdida patrimonial de varios, que de una u otra forma nos ha sacudido a todos del aletargado estar pasivo como sociedad.

Ojalá esto nos sacuda de nuestra quietud, esa que ha logrado que una sarta de infames rufianes empoderados ya sea por nuestra solapada inmovilidad si es que no por nuestra ingenua complicidad vía el voto, nos sojuzgue como hasta ahora lo hemos permitido.

Si este duro despertar nos ha empujado a servir desinteresadamente y con valor, en mil formas distintas, que se continúe para que (después de llorar a los muertos, dar consuelo a sus deudos; levantar a los caídos y apoyar a los que han sido lastimados de una u otra forma lo cual llevará incluso años), más allá nos de el coraje para cambiar lo que hasta el día de hoy nos lacera y nos daña, representado en partidos nefastos que no representan más qu a mezquinos intereses de unos cuantos y políticos que viven a nuestra costa y con nuestro dinero, utilizándonos para enriquecerse y conservar el poder a tal grado de incluso cínicamente llegar a heredarlo, ya sean de izquierda (progresista o salvadora sino es que hasta retrogradamente mesiánica) de derecha con ropajes pretendidamente humanistas o supuestos moderados auto ubicados en un centro que de manera veleidosa se va hacia un lado u otro según sus intereses y conveniencias.

Ya que la naturaleza nos ha despertado de nuestro aletargamiento, en forma tan desmesurada, tomemos conciencia, meditemos ya que lo «tiempos políticos» están por alcanzarnos y repudiemos a todos esos que lucran con nosotros utilizando, abusando de la política aunque revestidos de falsa modernidad o mentirosa prosa y verbo salvador y rescatista sin sentido real, para llegar al poder y buscar a nuestra costa explotar lo que es de nosotros para su beneficio personal.

Nosotros, cada una de las personas de a pie, de los ciudadanos somos los únicos que nos podemos salvar a nosotros mismos (como se ha demostrado después de los temblores) para salir adelante y hacer el cambio.

Pensemos, reflexionemos.

Que se exprese nuestro sentir y sobre todo el mesurado razonamiento para exigir lo que nos corresponde al gobierno sea federal, estatal o local y tener presente esto que nos ha sucedido, en la elección que se avecina en el 2018.

No aceptemos más explotación ni abuso, ni supuestos salvadores.

Por nosotros, por nuestros hijos.

Depende únicamente de cada uno, entendámoslo.

En fin.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s