En ocasiones me siento perdido.
Hay momentos en que pareciera estar desfasado y no ser yo, sino un tercero ajeno a mí.
A veces se me aparece ese pequeño que nada sabe, inocente, que quiere jugar y su mundo inicia y concluye en sus padres presentes cuidando de él, y travieso al fin, se me escapa y se me va de entre las manos por más que trato de guardarlo.
No sé en verdad quién soy y que hago; dónde estoy y para qué.
Hay veces en que estoy ido del lugar donde me encuentro y me traslado lejos, muy lejos hasta desaparecer en mis pensamientos.
Ese soy yo: un ser sin existencia.
En fin.