Te busco con la pasión y anhelo de quién te desea de las formas más inimaginablemente perversas que el amor permite y que a ambos satisface.
Nada hay más sublime que amarte y estar contigo -en ti-solazado en tu bendito cuerpo, donde satisfago mis más profundos deseos; dónde te entregas todita y vacías tu esencia hasta quedar extasiada.
Ese cóncavo y convexo que narra la canción.
Hembra y varón sublimando sus cuerpos, almas y anhelos.
Pero más allá de lo corpóreo, que de suyo es y ha sido exquisito, algo nos une, nos ata desde hace mucho tiempo y nos permite un fácil transitar por la vida como almas gemelas.
Eso, en la intimidad tan nuestra que es de las diversas maneras que una pareja es y está, identificándonos y complementando nuestro ser es lo que solo tú y yo conocemos.
Te amo.
En fin.