Los expertos, con sus amplios conocimientos, pronosticaron (prometieron) la luna más resplandeciente y grande, esta noche; sin embargo, solo lluvia que entristece, y que según, también limpia el alma, pues hace sacar todo lo que duele y elimina lo que no hace falta, aunque se sienta distinto y lo crea diferente, mientras lloro.No hay luna, no aquí y estoy triste, pero sé bien que la circunstancia lluviosa que evita la mire en todo su resplandor, no hace que no esté, que aparezca en otros lares, aunque no en el mío.
Suspiro.
Vuelvo a suspirar mirando al cielo oscuro que no permite penetre siquiera un rayo tenue, esperanza fallida de saber que está, pero no la veo, no es para mí…será para alguien más, vano consuelo. El mismo de saberte lejos y tan lejana que aunque cerca no eres mía, no me perteneces, sino que eres de más allá.
Sigue lloviendo, sigue lloviéndome, pero no termina mi alma de vaciar penas y agobios que se perpetúan en mí, en tu tan cercana ausencia.
Estás y no estás.
Prometía a mi corazón no sé qué, que estaríamos juntos, cerca, como la luna aparecería.
No fue así.
Noche de añoranza, noche de llanto callado suspirándote.