Entro en un lugar, para solicitar algo y tengo que sacar turno.
Mientras espero, se me avienen diversas ideas.
Llegan diversas circunstancias y de repente, por algo o de la nada nos vemos inmersos en esa vorágine de situaciones y entonces suplicamos algo, se hace oración y paciente solo se aguarda confiando en la benevolencia de Dios.
Ergo, solo hay que tomar turno y esperar a ser atendido por la Divinidad en las peticiones solicitadas, aunque lleve toda una vida o más allá…
Idea paciente al vuelo.
En fin.