No tenía algo que escribir hasta que de la nada apareció.
Así es el pensamiento cuando en forma caprichosa se mueve y permite todo tipo de ideas que se conjugan con sentimientos, para experimentar experiencias que se transforman en palabras, que expresan lo que se halla en lo profundo e ignoto, eso que a veces ni yo conozco y que al sacarlo en expresión escrita toma forma, desde lo abstracto, a algo que transmite y permite comunicar.
Me cuestiono porque me dialogo; algo así como si Me desfasara y me convirtiera en dos lo que genera una especie de chispa que permite esto, lo que hago.
Y en ese vaivén se me transcurre la vida para transitar hacia donde sea.
No hay movimiento; sin embargo, todo anda, ora veloz ora lento, para ir pasando los segundos, minutos y horas, letra a letra maniobrando entre las circunvoluciones que son como laberinto y obstáculos para probarme hasta donde puedo.
Cuando volteo lo que era blanco, limpio, de a pocos se va llenando con esos signos que son dictados por el pensamiento.
Y voy a… en verdad no lo sé, solo camino a donde sea para no permanecer quieto.
En fin, meras cavilaciones…