Tenemos el tiempo limitado.
Nada hay para siempre.
Bajo esas premisas y que somos aves de paso en el mundo, es menester vivir con intensidad, considerando no molestar a quien nos rodea e intentar hacer algo que nos decante (es decir, tanto que nos engrandezca, como que nos separe del sedimento o poso), para también de ser posible hacer algo más allá de solo existir.
En lo finito de la existencia hay algo de excelsa atemporalidad que se alcanza a percibir aunque no se pueda asimilar ni tener.
Como sea, ser pero también buscar trascender con algo que sea de bien para los demás, con nuestra actuación, trabajo, estudio, nuestro cotidiano devenir.
Ideas al vuelo.
En fin