Teoría de la relatividad de Einstein: lo científico en lo cotidiano, lo cotidiano en lo científico… y viceversa.
Todo lo que pueda suceder, sucederá: planteo que pone en evidencia lo que es y será un hecho ineludible. La prueba más cotidiana, los choques o las caídas por distracción del uso del celular.
Al final. el universo tiene un orden aunque no parezca: Partimos que todo tiene un orden y más bien lo desordenamos (o si no pregúntese a quien tiene hijos adolescentes).
Dilación del tiempo: ya se ha probado al poner un reloj atómico en un viaje supersónico (avanza más rápido) frente a otro que se queda en tierra; o cuando un astronauta está en el espacio (va más lento) que quienes estamos en la tierra, inmersoso en la vida diaria.
Desdoblamiento del tiempo: solo posible en un agujero negro, según los cálculos científicos, pero nunca se han volteado a pensar en cualquier día laboral por la mañana, cuando ya se ha hecho lo suficientemente tarde por no atender a la alarma y debe uno vestirse de volada para llegar a tiempo.
El espacio y el tiempo ¿están juntos o simplemente son lo mismo? la mejor prueba, un viaje en el metropolitano a las hora pico.
Velocidad «warp», demostrada de manera ordinaria -en lo extraordinario de quienes lo dominan con maestría- por los surfistas al remontar olas, donde las olas son las que mandan y llevan a deslizarse por donde ellas mandan.
Las paradojas de todo esto, quizás no están en lo netamente científico sino en la realidad de lo cotidiano que nos pone diarias metáforas que si las miramos, son lo suficientemente evidentes para quien las descubre.
En fin.