Espacios que se dan tan de repente y se agrandan cual llanos yermos en medio de verdes praderas.
Así es como estoy por dentro y lo que me rodea, en tu ausencia, son las dehesas exhuberantes a las cuales no tengo acceso y que solo miro de lejos.
¿Cómo es posible que tan acompañando, tan acompasado se de la lejanía que va distanciando?
Nada es eterno; pero que algo no haya durado cuando era bueno, consume. cualquier anhelo antes que siquiera brote como suspiro.
Oteo el horizonte.
Veo el cielo. Está gris y me parece ausente, separado de todo lo demás aunque lo cubre, pero son dos realidades: la cercana tan palpable, latente, lacerante y la lejana tan distante, indiferente casi inimaginable aunque presente esta ahí inmutable triste, sola.
No hay cadencia armoniosa que me lleve al deliquio para, si bien no morir, dejarme llegar a la libertad que desconozco pero quiero, arrebatando al instante perecedero lo plañidero del momento que atroz hiere y logra que el alma no aquiete sus ansias.
Lloró en silencio llanto seco que raspa el ser hasta horadar mi conciencia y entonces me hace vaciarme y no estar.
Mientras todo permanece quieto, callado, ni el viento sopla.
No hay algo.
No hay nada.
Espacio…