Localicé en WordNet 3.0 Copyright 2006 by Princeton University (all rights reserved), lo siguiente: «Razbliuto, noun.: the sentimental feeling you have about someone you once loved but no longer do».
Adicionalmente, se señala: «a feeling a person has for someone he or she once loved but no longer feels the ame way about».
Una palabra -rusa- que recién descubro, cuyo significado, más largo que ella misma, es un tema en si mismo interesante.
Ese sentimiento que todos desafortunadamente hemos sentido -o más bien, dejado de sentir por alguien- o también padecido -cuando alguien ya no nos ama- es un hecho universal independientemente de raza, idiosincracia, ideología, idioma.
Al fin humanos, dónde o cómo estemos o seamos, circunstancias o situaciones a parte.
Las relaciones humanas son muy complicadas: anhelamos -a veces hasta el delirio- lo que no tenemos y cuando lo poseemos, al tiempo solo nos deja de ser importante.
Considero lo que tantos han dicho, enamoramiento es diferente al amor, o como lo menciona la Biblia, la caridad en su expresión de amar al prójimo (en mi caso, a la prójima) al igual que a uno mismo.
Pero en los sentimientos, en lo que descubrimos (o pensamos que lo hacemos), el verdadero amor, transitamos por un sinfin de relaciones en las que tenemos el «infatuation» que nos «insufla», desborda y explota, para luego caer o tirar al razbliuto.
Quizás la simpatía inicial por alguien derivado de lo que nos parece su encanto y fulgor, queda en obsesión que si se concreta se hace pasión, aunque si no trasciende de ello o bien se destruye o sólo se desgasta.
Lo que va más allá, la empatía que rebasa al enamoramiento y sin dejar el deseo, se convierte de lo únicamente carnal, a algo que toca el alma y se transforma en amor.
Cualquiera puede seducir el pensamiento para poseer un cuerpo; pero, se requiere algo más para tocar el alma y convertirlo en el inicio de un «para siempre», aunque sostenerlo una vida, es lo que en verdad lleva a concretarlo.
Pero, a veces, también ese amor, por algo (endógeno o exógeno) desaparece.
Total que el razbliuto se da ya sea en el enamoramiento o en el amor.
Encontré una canción de Leonard Cohen, que expresa bien, creo, sino del todo el razbliuto, puede que sí, depende del estado de ánimo en que uno se halle, para interpretarla.
Se intitula: «Dance me to the end of love» (llévame bailando hasta el fin del amor), con frases que pueden estremecer:
«Baila conmigo hasta tu belleza con un violín ardiendo.
Baila conmigo a través del pánico hasta que esté a salvo.
Llévame como una rama de olivo y sé mi Paloma protectora.
Baila conmigo hasta el fin del amor.
Oh, déjame ver tu belleza cuando los testigos se han ido.
Déjame sentir tus movimientos tal y como lo hacen en Babilonia.
Muéstramelo poco a poco aquello de lo que solo conozco los límites.
Baila conmigo hasta el fin del amor…»
Esa letra de Cohen, en complemento de aquella otra de The Beatles: “you’re gonna carry that weight“ (cargarás con ese peso), son letras (permítaseme el oxímoron) inefables.
Tristeza, sin melancolía de besar en la mejilla a quien antes se le besaba intensamente en la boca.
Dolor, no por que se fue la persona o la dejamos ir, por el sentimiento tan sólido, ya ido; sino por la sensación de vacío, de ya no sentir y cuestionarse ese porqué.
La pasión termina; también el amor, en ocasiones, se acaba…o es que en realidad nunca fue.
Pero siempre se debe continuar, ser resiliente…