Y comienza todo de nuevo, el ayer es historia y, ahora, a volver a iniciar un nuevo afán.
Aunque hay situaciones que trascienden y se van más allá de 24 horas, semanas o incluso meses, sino es que años, siempre la ilusión de iniciar un día diferente, si bien no necesariamente emociona, si da la sensación de una nueva posibilidad y que el ayer -sobre todo el que duele-quedó atrás.
Tal vez mera ilusión, dentro de ciclos que se repiten o que de menos reiteran lo que ya ha sido y a veces volverá a ser o ya no será, pero que hacen una constante que deja mayor o menor huella y a veces hasta horada profundamente nuestro ser, para bien o para mal: estigmas o anhelos, ilusiones o quimeras, recuerdos efímeros o perdurables mientras se tenga vida.
Pero lo importante es volver a empezar, a veces de cero, a veces más allá; no cesar en ese continuo y esperanzador quizá, que en ocasiones se concreta y otras, es solo sueño que se desvanece o fracasa…
Mientras haya vida, hay que continuar.
Es un nuevo día y es hora de trabajar, jugar, convivir, leer, relacionarse y hacer algo aunque sea en el ocio que sea motivo de elevar el espíritu y crecer en lo humano, aunque no trascienda más allá del propio día, o de nosotros, y posteriormente a descansar, para de nuevo iniciar.
Y repetir el ciclo, así, hasta el momento en que ya no haya más mañana…
Es un nuevo día, y ahora a volver a iniciar un nuevo afán.
Es un nuevo día, y ahora a volver a iniciar.
Es un nuevo día, ahora.
Es un nuevo día.
Es nuevo.
Es.