Martes 30 de diciembre y descontando. Pasado mañana será el primer día de 2015 y a iniciar un nuevo periodo de doce meses en la vida.
Pero ¿Qué significa ello? Supongo que para cada quien algo diferente, según creencias, ideales, estados de ánimo, situacines personales, y más.
Sin embargo, más allá de ello, no es más que parte de un proceso en el que medimos arbitrariamente etapas que nos dan cierto sentido dentro del manejo del tiempo que llevamos para ordenar nuestros diversos momentos…
Cada ciclo, definitivamente es diferente aunque tenga similitudes, nada es siempre exactamente lo mismo. Hoy, por ejemplo, fue un día atípico, en pleno lunes fui a jugar 18 hoyos en San Gil.
Comenzamos tarde por diversas circunstancias; fuimos al starter y por primera vez nos enviaron a iniciar por el hoyo 10, ante el tráfico de jugadores.
Adicionalmente, nos acompañó Alfonso, un ingeniero civil que vive en Querétaro, muy amable y simpático que tiene 76 años de edad -los cuales no aparenta- y más de 30 años de jugar.
Además de agradable buen compañero, de conversación amena y que prodigaba consejos acertados y bien aceptados por mi parte, era preciso en sus tiros. Las bolas que tiraba parecía que tenían GPS.
Fueron cuatro y media horas que se me pasaron muy rápido por la siempre grata compañía de mi amigo y compadre Toño, quien amablemente siempre me invita, con el aderezo de Alfonso.
Pasamos todo tipo de anécdotas, como en un juego de golf suelen darse, no sé si más o menos interesantes o graciosas, para profundizar un comentario de ellas, pero que nos divirtieron mucho, obvio además de mis consabidas palomas que motivaron las frases que no sé si espontáneas pero certeras originan mis involuntarios errores.
Ayer escribí acerca de que cada hoyo, cada día es diferente y cada que juego lo corroboro. Definitivo, el golf da lecciones de vida, si se relaciona lo que acontece en el campo, traslapandolo a la vida.
Pero regreso a los ciclos, modos de medir el tiempo.
Ya a dos días de finalizar el año, hay tanto que recordar, que pensar, que repasar, hacer un balance para «planear» lo que venga y entonces, me recuerdo que en realidad nunca lo he hecho, y no será, por lo menos, hoy el día en que lo haga.
Dentro del caos de vivir sin hacer planeaciones inmerso en un mundo ejecutivo en que se llevan a cabo de manera exacta, me muevo de una forma conctra cíclica y manejo mi organización conforme llegan las oportunidades, siempre invariable e incansablemente buscándolas, pero no acostumbro planear a largo plazo porque hay tantas variables que pueden trastocar todo, que considero que lo mejor es estar al acecho y a la expectativa para aprovechar cada momento paso a paso.
Como quien dice, cada quien tiene su forma de matar pulgas. el chiste es hacerlo de la forma más eficiente posible.
Total, que se me vienen a la mente, como olas, una serie de ideas de todo y de nada, como se subtitula mi blog, porque casi siempre me sucede así: empiezo con algo, divago y voy de aquí para allá dialogando o más bien platicandome de diversos temas que se me vienen de repente y me hacen dar piruetas sin ton ni son.
Así a sido en mi vida, así es mi realidad y así la he vivido feliz y estando bien, muy bien.
En estos días me he dado esta pequeña licencia de divagar porque ya son días de relajarse y descansar, pero no quiero dejar pasar un día sin escribir para que no cese en mi empeño de hacer este ejercicio cotidiano, para imponerme una rutina que me de sentido aún en momentos en que todo lo demás transcurre de forma diferente a lo que es la común cotidianidad de mi vida.
Y mañana es el último día del año.
En fin…