Día 21, solsticio de invierno, y 22, entra el invierno, estación de contrastes, como la vida misma, de alegría en Occidente para las religiones y tradiciones cristianas, así como el Hanuka (que varía conforme a su propio calendario), de la religión judía. Pero también, época de incremento en melancolía y suicidios, así como de intenso frío que literalmente mata, en ciertas latitudes.
Cada uno con su propia circunstancia…
Invierno, también es la temporada que liga Medio Oriente con Occidente y donde acontece de todo como una miscelánea sentimental.
Sin embargo, absortos en la vorágine capitalista, pasamos por alto o bien no aprendemos lo que en verdad importa, que es estar bien y juntos con los seres que amamos, empezando por nosotros mismos, para luego prodigarnos hacia los demás, y en cambio, sustituimos integración y armonía con frivolidad y buscar llenarnos, no de satisfactores para el alma, que nos den paz, sino de fiestas aderezadas, según presupuesto, con pequeños o grandes convivios, banquetes y regalos materiales.
En fin, que se me vuelcan ideas varias acerca de diciembre, pero no alcanzo a encontrar donde desmadejar la cuestión principal.
Bueno, solo sé, que al igual que otras personas más, se acerca la Noche Buena y la Navidad, faltan dos y tres días respectivamente para que llegue el cenit y, espero, estemos y nos encuentre bien; lo suficiente, para no morir en el intento…