Tengo un amor resplandeciente
Con el que soy conocido y va de la mano
A todas partes conmigo.
Convivimos como pareja,
Formamos un nido,
E incluso,
Tenemos niños
Fruto del sentimiento
Bien avenido.
Pero la vida pasa
Y transcurre en un vaivén
En el que se mueven las cosas
Y todo puede suceder.
Como saber que,
en el devenir de las circunstancias,
se acomodan las personas
sin una razón, ni un porqué.
Mi situación se trastorna
Y resulta que teniéndolo todo:
Seguridad, familia, trabajo y una buena mujer,
Me cambia la perspectiva
Y requiero un nuevo ser.
No tengo razón de mi cambio,
Ni justificación que anteponer.
Soy responsable de mis actos
Y no puedo dejarlo de reconocer.
La nueva mujer que llega a mi vida,
Es inseguridad e incertidumbre,
Complicación y sin razón de un querer.
No ama mejor que mi pareja,
Ni me complementa tan bien.
Me duele y me lastima,
Lo hago también.
Nos sometemos mutuamente
Y nos amamos tanto, no mejor,
Que enajenamos nuestro ser.
Somos tan distintos
Que esto no debiera ser,
Pero los sentimientos,
Cuando afloran,
No se pueden contener.
Pero eso no importa,
Y le tengo ley.
Es buena y leal,
Sincera también.
Tiene muchos defectos
Y me crea miedos,
Por su forma de ser.
Su pasado,
en nada ayuda
y su amor es una quimera
sin certeza de duración,
y los actos que realiza me parten el corazón.
Pero la amo,
Tanto,
como a la primera mujer.
No busco explicaciones,
Ni que se pueda entender.
No hay justificaciones
Que perdonen mi hacer.
Habría que estar en mi sitio,
para poder entender.
No es grata la sensación
De sentirse incompleto,
Cuando estoy con cualquiera de las dos:
Una, mi pasado y presente,
La otra,
Mi presente, y un tal vez.
Ambas complemento de mi vida
Y que juntas, llenan,
Plenamente mi ser.
Sí, es verdad, tengo un amor resplandeciente,
en ambas, a la vez.