Entiendo que el día a día cotidiano o bien agota una relación, hasta matarla, o poco a poco, la va reinventando, para sublimarla…
Quiero que nuestra relación,
en cada instante sea tan profunda
que nunca nos abata,
y lo más elevada
que nos sublime,
juntos,
en cuerpo y alma.
Es mi desiderata: tú, mi hogar, yo, tu tranquila calma; ambos torrente desenfrenado, pasión desbordada y luego juntos transcurriendo ante el mundo nuestra marcha.